Siento que los días pasan y tu imagen no se borra,
el corazón reclama volver a sentir por ti.
Se escapa el aire de mi boca y vuela a donde estás,
te sigo amando y siento que me ahogo en ansiedad.
Mi historia solo es eco
del latir que duele en el pecho.
Son esos recuerdos, la foto de aquel beso.
Eras tanto para mí que te hice un mundo nuevo,
algo paralelo donde el viento jugaba a vernos.
Cada abrazo me evadía y me llenó de vida,
hoy los imagino cuando me roza la brisa.
Pienso en ti quizás más de lo que debería,
te adueñas de mis versos de mi mente y de mi vida.
Si volviera a nacer volvería para conocerte,
nadie ha conseguido hacerme sentir tan fuerte.
Perdono porque el tiempo hace del odio algo inerte.
Te quise porque un día fuiste alguien diferente.
Te devuelvo cada sueño que me regalaste,
todas las promesas, nuestros besos, los instantes.
Las últimas palabras, que se ahogan en dolor:
Jamás me arrepentí de querer dejarlo todo por ti.
Confieso que esperaba que volvieras a por mí
y esperando vi marchitar las rosas de aquel jardín.
Los secretos se elevaron tanto que me hicieron daño,
no te culpo a ti, culpo al paso de los años y del tiempo.
Mi corazón se para y se quiere despedir,
confiesa que te sigue amando y sigue preguntándose por qué te fuiste.
Ahora solo queda el eco y esta canción triste.
(May)
el corazón reclama volver a sentir por ti.
Se escapa el aire de mi boca y vuela a donde estás,
te sigo amando y siento que me ahogo en ansiedad.
Mi historia solo es eco
del latir que duele en el pecho.
Son esos recuerdos, la foto de aquel beso.
Eras tanto para mí que te hice un mundo nuevo,
algo paralelo donde el viento jugaba a vernos.
Cada abrazo me evadía y me llenó de vida,
hoy los imagino cuando me roza la brisa.
Pienso en ti quizás más de lo que debería,
te adueñas de mis versos de mi mente y de mi vida.
Si volviera a nacer volvería para conocerte,
nadie ha conseguido hacerme sentir tan fuerte.
Perdono porque el tiempo hace del odio algo inerte.
Te quise porque un día fuiste alguien diferente.
Te devuelvo cada sueño que me regalaste,
todas las promesas, nuestros besos, los instantes.
Las últimas palabras, que se ahogan en dolor:
Jamás me arrepentí de querer dejarlo todo por ti.
Confieso que esperaba que volvieras a por mí
y esperando vi marchitar las rosas de aquel jardín.
Los secretos se elevaron tanto que me hicieron daño,
no te culpo a ti, culpo al paso de los años y del tiempo.
Mi corazón se para y se quiere despedir,
confiesa que te sigue amando y sigue preguntándose por qué te fuiste.
Ahora solo queda el eco y esta canción triste.
(May)